FOTOGRAFÍA
DIGITAL
La imagen se ha desarrollado históricamente, desde pasar por un periodo en el que la fotografía era un símbolo vulnerable, expuesto a las sensaciones que el artista o fotógrafo quería transmitir, hasta un periodo en el que las fotografías logran un don de enigmático de reproducirse según la persona que lo vea, dando lugar a diversas miradas y reproducciones. La fotografía digital nace desde 1969, cuando los laboratorios Bell (AT&T) dan nacimiento al primer “chip” sensible a la luz, aunque en un principio se planteó como un sistema para almacenar información, esta creación dio paso al video y a la fotografía digital. Estudiándola y desarrollando este chip, en Diciembre de 1975, Kodak y Steve Sasson desarrollaron la primera cámara digital de la historia, la cual tenía el tamaño de una tostadora hoy en día y además necesitaba 23 segundos para guardar una fotografía en blanco y negro, y después, en 1986, Kodak inventó el primer sensor de megapíxeles del mundo (conjunto de pixeles en un sensor). Al ver todos estos desarrollos en cámaras y la mucha popularidad que estas habían logrado obtener, Sony Corporation realizó, a principio de los ochentas, una cámara electrónica de video que producía imágenes fijas que eran grabadas en discos portables de 3,5 pulgadas, llamada Mavica (Magnetic Video Camera) pero esta era solo un prototipo. Aproximadamente diez años después, en 1991, salió al mercado la primera cámara fotográfica digital, llamada Dycam Model 1, el cual usaba un sensor CCD que se encargada de grabar digitalmente las imágenes además de traer consigo un cable para descarga directa en la computadora. Y fue entonces, en 1994 cuando Apple introdujo al mercado la primera cámara digital para usuarios de computadoras, la QuickTale 100.
Con lo dicho anteriormente, podemos ver la necesidad de la humanidad, de tener mejores resultados, en menor tiempo, con ayuda de tecnologías, por supuesto. El ser humano está siempre en busca de mejorar las cosas que ya están hechas, así como la primera cámara que mencionamos, la cual se demoraba 23 segundos en guardar una fotografía, hasta la fotografía digital profesional de hoy en día, la cual sus cualidades son extraordinarias comparadas con lo que teníamos al principio. Pero todo esto no solo trajo ventajas en cuanto a tiempo y calidad, también cambió el concepto radicalmente de lo que era una imagen, puesto que una fotografía en tiempos pasados era considerada la verdad absoluta, ya que, obviamente, no se podía editar, y lo que mostraba una foto, era lo que estaba pasando, sin refutar. Ahora, con tecnologías editoras de fotografías, se puede mentir, o simplemente, mostrar solo una parte de la historia, como ocurre con los fotógrafos casuales, los cuales no trabajan en ningún medio de comunicación, y simplemente toman una fotografía de un momento en específico, lo cual se puede transformar en algo tan grande cuando en realidad no lo es, ya que la imagen, a diferencia de años pasados, está a tan solo un click, y todos pueden ser reporteros callejeros.
Consideramos que la sociedad, en cuanto a sus visiones sobre las cosas cambió radicalmente cuando tres acontecimientos importantes sucedieron: El surgimiento de la imprenta, el surgimiento de la fotografía y de los medios de comunicación de masas, y, claro, el surgimiento del Internet. Pero enfocándonos en lo que queremos tratar en esta página, el surgimiento de la fotografía fue también el surgimiento de una nueva visualidad social, donde la imagen comenzó a ser un elemento de valor, y donde su función principal es la multiplicación de esta globalmente, tomando como ejemplo, el atentado de las torres gemelas de Nueva York, el 11 de septiembre de 2001, donde no hay solo una imagen la cual represente el momento y nos dé a entender lo que sucedió, solo que hay millones de ellas, todas diciéndonos lo mismo. La fotografía habilitó una nueva forma de observar que “no sólo se caracteriza por la manera en que el hombre se representa ante el aparato, sino además por cómo, con ayuda de éste, se representa el mundo” (Barthes, 1928).
Y es que, la realidad de una fotografía hoy en día es subjetiva, si nos vamos a términos profesionales de los medios de comunicación, una imagen puede desencadenar una gran avalancha de demandas, pues, como lo dijimos anteriormente, la fotografía ya no muestra una verdad, sino que las multiplica, y cada persona ve lo que quiere ver en ella, entiende lo que quiere entender, y concluye lo que quiere concluir y nos gustaría ejemplificar esto último con una fotografía que cambió el mundo, pues, en 1993, el reportero Kevin Carter logró encuadrar intencionalmente un niño sudanés defecando mientras un buitre lo acechaba a sus espaldas (ver apartado de Ejemplos), y esta fotografía marcó un antes y un después, pues teorías como que el niño se estaba muriendo y que el buitre se lo iba a comer, salieron al aire, demandándolo por no ayudar al niño, cuando en realidad, el niño no necesitaba de ninguna ayuda urgente, ni el buitre se lo iba a comer, ni él se estaba muriendo. Pensamos que el poder de una imagen ya no está en el fotógrafo, si no en el contexto cultural en que esa imagen sea tomada, pues si bien, culturalmente no todos vemos las cosas iguales, cada cultura percibe la realidad de una forma diferente, por tanto, ya no hay una verdad absoluta, sino diversas.
Y es en la actualidad, cuando desaparece la uniformidad de la visualidad de un hecho social, y aparecen hechos de igual magnitud que recogen la misma función social pero que desencadenan una red gigante de emisores, receptores y canales, y ahora la fotografía se deteriora, pues ya no existe un solo hecho real. Y ahora, en la actualidad, la comunicación en cuanto a fotografías es extremadamente rápida, facilitando la nueva comunicación digital, ya que, como dije en un principio, cualquiera puede ser reportero, y solo se necesita estar en el momento indicado con la situación precisa y una cámara a la mano, contemplando que cada vez las cámaras en los teléfonos móviles son más y más buenas, dándonos más calidad, y a la vez más rapidez para favorecer a medios de comunicación de masas, donde, podemos hasta tomar lo que denominamos “selfie” hasta ser reporteros sin ser reporteros. Además también tenemos la ayuda de las redes sociales, las cuales están repletas de este tipo de imágenes, y de lo que todo el mundo habla, por ejemplo, en la red social Instagram, que está repleta de fotografías no necesariamente relevantes, pero que hacen el cambio, por ejemplo, una foto de Miley Cyrus y su famoso twerk, el cual todos conocemos, hasta hacer uso de la fotografía digital para promover videos como Anaconda de Nicki Minaj, volviéndolos tan virales tan fácilmente, y probablemente, uno de los ejemplos más claros, es el famoso Alex from Target, el cual se trata de un empleado de un centro comercial de Estados Unidos, el cual es apuesto y guapo, entonces una adolescente le tomó una fotografía con su iPhone, se subió a Twitter automáticamente, y se volvió una sensación, con más de 5 mil retweets, hasta llegar a los noticieros y medios de comunicación. Por lo tanto, las imágenes ya no son completamente verídicas ni reales, sino vulnerables, y a la mano de cualquier persona, y gracias a ello, tenemos, prácticamente el mundo en nuestras manos.

